Teresa Blanco, usuaria del Instituto Nacional de Pilates, cumple su primer año practicando Pilates. El dolor de ciática fue la principal causa por la que Teresa comenzó a entrenar en nuestro estudio. Ahora no solo practica este ejercicio para evitar posibles dolores de espalda, sino que también lo práctica porque le ayuda a sentirse bien psíquica y físicamente.

¿Cómo descubriste el Método Pilates como alivio de la ciática?

Todo empezó a partir de un fuerte dolor de ciática que me impedía hacer vida normal. Ante esta situación, comencé a buscar soluciones:

  • Me di masajes.
  • Comencé a tomar pastillas para aliviar el dolor.
  • Decidí ir a rehabilitación.

Pero el dolor continuaba. Así estuve alrededor de seis meses. Apenas poder moverme ni dormir. Al borde de la desesperación decidí ir a un traumatólogo. Me diagnosticó hernia de disco. Fue el traumatólogo quien me recomendó entrenar en el Instituto Nacional del Método Pilates. Dada mi situación, tenía que ser un entrenamiento completamente personalizado y controlado.

¿Cuáles fueron los primeros cambios?

El dolor fue desapareciendo casi desde el primer día de entrenamiento. La movilidad también las recuperé muy pronto. Antes de empezar, no podía si quiera ponerme un calcetín sola, ese esfuerzo me provocaba un dolor insoportable. Al principio del entrenamiento me notaba muy rígida. Conforme iba acudiendo a las clases, me fui recuperando a un ritmo asombroso.

¿Como te encuentras ahora respecto a la ciática?

Actualmente me encuentro mucho mejor. El dolor desapareció por completo. Sé que aún me queda muchísimo por mejorar. Un solo año Pilates me ha cambiado por completo, tanto física como psíquicamente y eso hace que me motive a seguir entrenando. Muchas veces vengo sin muchas ganas de hacer ejercicio, pero cuando salgo de un entrenamiento del INP estoy mejor de lo que había llegado, me noto que el cuerpo está diferente, está mejor, más vital.

¿Qué beneficios te ha aportado el Método Pilates?

Pilates me ha aportado muchos beneficios.  A nivel postural, antes era incapaz de ponerme erguida. Para mí era un esfuerzo enorme, me cansaba muchísimo. Gracias al entrenamiento he mejorado mucho la postura, no me cuesta tanto como antes.

Pilates también me ha aportado mucho a nivel emocional. Aquí me siento muy bien, pero salgo con mucha paz y eso para mí es uno de los grandes beneficios de Pilates. Hay semanas que no he podido entrenar y el cuerpo me lo pide física y psíquicamente.

A todo lo anterior le sumo que físicamente el cuerpo me ha cambiado. Desde que hago Pilates, el cuerpo lo tengo mejor, más definido, más bonito.


Teresa continúa entrenando cada semana en INP. Su constancia le ha permitido recuperarse de su lesión inicial, prevenir futuras dolencias y practicar, incluso, ejercicios acrobáticos dentro del Método Pilates que no solo la divierten, sino que, además, le permiten aumentar la confianza en sí misma.

Gracias, Teresa, por llenar de alegría nuestro estudio con tu sonrisa.

¡Que disfrutemos juntas mucho tiempo!